lunes, 3 de noviembre de 2014

ANÁLISIS: "GLOBALIZACIÓN Y TECNOLÓGICAS DE COMUNICACIÓN".



Análisis:
En este artículo se hablara principalmente de la revisión del concepto de globalización desde su perspectiva filosófica y social rastreando sus orígenes a las condiciones de emergencia del capitalismo internacional, a fin de puntualizar el contexto de aparición de las nuevas tecnologías de comunicación.
Como se decía anteriormente la globalización ha traído consigo nuevas formas de relación entre los diversos grupos, la tecnología ha acelerado de algunos procesos. Lo fundamental en esto es demostrar, por un lado, que la globalización ha roto con algunos paradigmas esenciales en la conformación de las identidades individuales y colectivas.
Globalización:     
Hoy en día todo el mundo habla de fenómenos globales, o de globalización, sin embargo, se hace muy poca referencia a sus orígenes, que son desde luego económicos. De hecho, la globalizaciones en su esencia una noción articuladora de fenómenos relativos a la interconexión de economías.
Si el propósito es entender las implicaciones de la globalización o los fenómenos de la globalidad, primero tenemos que entender que la globalización emerge por una necesidad de vinculación económica. Ya sea que sean los Estados nacionales, que como parte de una definición expresa de sus políticas públicas decidan abrir sus fronteras al intercambio, o bien que los propios consumidores sean quienes hagan presión por tener acceso a un cúmulo de bienes y servicios de índole global. Y es que en términos de los consumidores, estar globalizado significa tener la condición de acceso irrestricto a bienes y servicios de naturaleza diversa para el consumo mundial.
Estar globalizado;
Significa interesarse por conocer lo que hay más allá de lo conocido, vincularse con el exterior, recibir información de fuera de las fronteras regulares de una nación y adoptarla o adaptarse a ella.
Por tanto, podemos decir que la globalización ha existido desde el momento en que se amplían las fronteras conocidas en un determinado período histórico.
Ahora bien, la globalización implica también los riesgos de la transferencia de la información. La información puede servir al desarrollo pero también puede servir a la manipulación.
La tecnología permite no solo llevar nuevos bienes y servicios a latitudes diversas sino también información. En la sociedad de la información, el nuevo valor de cambio y de intercambio es la información misma.
La globalización entonces no nació en la década de los años ochenta del siglo XX, como muchos piensan, sino que la globalización se ha manifestado como fenómeno cada vez que la tecnología faculta algún nuevo invento o descubrimiento que conecta o genera nuevas posibilidades de relación y de mundo.
La globalización como fenómeno.
La globalización entonces, como el fenómeno de apertura de fronteras y liberalización de mercados que ahora conocemos, no implica una concepción económico-política nueva o privativa de este siglo, puesto que en realidad se refiere a fenómenos de flujo de capital de inversión de un país en otro que ya se venían gestando desde siglos anteriores. Tampoco es privativa de los fenómenos de transnacionalización, pues ya se habían dado fenómenos de transnacionalización durante las eras tempranas de la industrialización de la Inglaterra del siglo XVIII.
Ahora bien, el discurso de la globalidad siempre ha estado anclado en la retórica de las naciones poderosas que son las que establecen los parámetros de modernidad, progreso y desarrollo imperantes en cada época como en su momento lo fueron Inglaterra o España. Hoy, la potencia industrial, comercial, económica y militar dominante de occidente se encuentra representada por el discurso norteamericano. Pero ése discurso como representativo de la globalidad, se cimbró el 11 de septiembre del 2001. Con la caída de las Torres Gemelas representa la caída de los modos de vida propios de la modernidad y del capitalismo y lo interesante es que fue la tecnología la que desencadenó todo el proceso.
Tecnología y poder.
Algunos consideran que la globalización moderna ha reemplazado al mundo bipolar. En este caso, se trata de un sistema internacional similar al que se tenía para el control del mundo durante la Guerra Fría, pero posee atributos propios.
Touraine ha indicado recientemente por ejemplo, que los grandes hitos ideológicos parecen ser ahora los Estados Unidos, China y el mundo Islámico, mientras que Europa y América Latina se han quedado a la zaga en la definición de sus propios proyectos. (Touraine en Bucio, 2005). Las grandes colectividades humanas se encuentran más conectadas gracias a la tecnología, pero son aparentemente más incapaces de llegar a acuerdos. La ideología imperante, que en mucho es la ideología de la globalización, es la ideología de una aparente individualidad que privilegia los intereses privados por sobre los intereses colectivos.
¿Esto qué quiere decir?
Quiere decir que la globalización no es una fuerza irrenunciable.
La tecnología permite y faculta la emergencia de nuevas identidades.
La tecnología permite y faculta la emergencia y el desarrollo de nuevas identidades, y las nuevas identidades ya no reconocen patrias, ni territorios. La tecnología es pues la nueva arena de relación de los sujetos. Tenemos que estar muy atentos a la forma en que estas nuevas arenas de relación también expresan deseos y generan lealtades. Hemos llegado a un punto en la historia en el cual hemos transformado el sentido de lo local en mundo y del mundo en lo local. A ciencia cierta no sabemos si estamos viviendo el imaginario de la globalidad, o bien si a resultas de la globalidad estamos compartiendo el mismo imaginario social a nivel planetario. El individuo que, en su devenir cotidiano se inserta en la tecnología, comparte a la vez que contribuye con esta actividad al común denominador de la cultura.
Información.
Por primera vez en la historia de la humanidad tenemos la posibilidad no solamente de enviar información a grandes distancias, sino también de trabajar con esa información y volverla conocimiento, como si fuésemos una gran red cognitiva global.
En realidad, el cambio de paradigma comienza aquí. Es el momento de empezar a trabajar nuestros propios marcos teóricos, nuestras propias soluciones regionales, nuestros propios productos culturales. Tenemos la tecnología y la capacidad. Entonces ¿por qué copiar lo de otros?
La innovación tecnológica nos recuerda entonces nuestro propio sentido permanente de evolución y cambio pero también de mejora. Se puede cambiar pero para involucionar, no para evolucionar.
Globalidad y tecnología. ¿Hacia la sociedad del conocimiento?
En la sociedad de la información, lo importante ya no es la información, sino el conocimiento. Pues bien, hemos llegado nuevamente a la misma situación, nada más que la información que hemos acumulado es sustancialmente mayor, y la tecnología que hemos creado es en sí misma el arma que puede destruir toda la información acumulada hasta ahora. Somos informáticamente vulnerables, y así como en la época de Alejandría, el riesgo en la pérdida de información es perder todo lo conocido hasta ahora.
Datos a tener en cuenta:
La globalización es un hecho, diría la lógica de los imaginarios globales, en la medida en que todos podemos estar al unísono interconectados en una gran red de comunicación.
Hoy en día la tecnología nos permite tener al alcance más información que nunca antes en la historia de la humanidad, pero la información por sí sola no genera evolución o progreso.
 Por ello, las sociedades humanas necesitan revisar el camino recorrido hasta este momento, deben hacer una evaluación de los alcances logrados por la tecnología con el fin de transitar, efectivamente, de una sociedad de la información a una sociedad del conocimiento
Las comunidades culturales.
Las nuevas comunidades culturales de conocimiento en la era electrónica no solamente producen y crean ya códigos de interrelación y comunicación propios, sino que también se alimentan de un repertorio de comunicación global que trasciende las fronteras y que circula por circuitos varios de comunicación a distintos niveles y a través de distintos medios. Esas son las redes de comunicación que tenemos que alimentar y que cuidar, las que verdaderamente logren el progreso y el desarrollo humano. Así, no obstante la aparente estandarización de los contenidos mediáticos que circulan a través de las grandes estructuras globales de la comunicación, en la actualidad también aparecen formas tradicionales de expresión y articulación de vivencias que se ponen de manifiesto como contrapeso a las corrientes uniformizadoras y que circulan a través de los mismos entramados tecnológicos.
Nos encontramos rodeados por mensajes cada vez más numerosos que circulan con creciente rapidez, amplían nuestra visión del mundo y nos obligan a aumentar nuestros conocimientos y a modificar nuestros sistemas de interpretación.
Con esto finalizamos todo este proceso sobre la globalización y tecnologías de la comunicación que nos interesaba conocer para tener un panorama más amplio sobre ello.

Elaboró: Francisco Javier Marín Lucero.
Licenciatura. Farmacia.
Matrícula.201450794.
Materia. DHTIC.





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